Increible escapada a Rio para visitar a mi amigo Rafa.
Empezamos con la obligada visita al Pao de Açucar, allí la ciudad se despliega a mis pies: la montaña del Corcovado, las axilas del Cristo Redentor y la playa de Copacabana.
El autobús nos deja en la emblemática Favela de Rosinha, mejor no bajar...
Aunque hay algo aún más peligroso que quedarse solo en una favela a las 12 de la noche; es cruzar la calle en cualquier ciudad de Brasil! (casi muero atropellado 50 veces en 10 días!! Luego me entero de que los semáforos y pasos de cebra son sólo elementos decorativos)
Pasamos unos días en las afueras de la ciudad en Barra de Tijuca (hogar de Rafa), conocido como el Miami de Rio por sus playas interminables, mansiones de futbolistas y centros comerciales.
Descubrimos algunas playas escondidas con grandes olas que atraen a multitud de surfistas.
Una curiosidad: en las tiendas de ropa de Sao Paulo no entendía los anuncios de "hilo dental", pero en Rio descubrí que se usa a modo de bikini...
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